miércoles, 7 de febrero de 2024

FERIA DE SAN ISIDRO 2024, PARTE III: LAS NOVILLADAS

 Tres novilladas con picadores, donde se lidiarán otros tantos encierros y se deja paso a nueve puestos. Lo típico en San Isidro. Fuente Ymbro, Montealto y Guadaira son las ganaderías elegidas para la ocasión. ¿Que es buen plantel? Lo es, son tres ganaderías muy conocidas en Madrid y han echado muy buenos encierros a lo largo de los últimos años. ¿Que el plantel también es mejorable? Por supuesto.

  Tres ganaderías, un mismo encaste: el de siempre, el que "domina" la mayoría de ferias importantes y se rifan los grandes toreros. Sin ir más lejos, el domingo antes de que dé comienzo la feria, se lidiará una novillada de Los Maños. ¿Por qué no Los Maños en San Isidro, vacada que también nos ha hecho disfrutar de buenos encierros en esta plaza? En la feria del año pasado, de hecho, lidió una importante novillada. Y el premio cuál es, ¿dejarla fuera? Hubiera dado otro toque a las novilladas de la feria. También nos acordamos de otra gran novillada de la temporada pasada, allá por el mes de abril: Gabriel Rojas. O de los santacolomas de Flor de Jara, una divisa que hace tiempo no aparece y en Madrid ha dado buenos resultados. O Barcial, que esta temporada cumple un siglo de su toma de antigüedad, y tiene preparadas dos novilladas con cuajo suficiente para Madrid, h que, como suele pasar siempre, se va al país vecino. Y así, unas cuántas más que, a buen seguro, tendrán novillos para Madrid. Otra cosa es que haya voluntad.

  Hasta cinco novilleros harán el paseíllo desmontados: Diego Bastos, Nek Romero, Samuel Navalón, el dinástico Jarocho y Pepe Luis Cirugeda. Los tres primeros componen la terna de la primera novillada, que se medirá al encierro de Montealto. En los mentideros se habla grandes cosas de Nek Romero, última gran esperanza de los valencianos; lo mismo que de Samuel Navalón, ya muy puntero en su época de novillero sin caballos al dar serios toques de atención en diversos certámenes. 

  Los restantes novilleros, ya conocidos en estos fueros, se tratan de Alejandro Peñaranda (flamante vencedor de las novilladas nocturnas el pasado año en esta plaza, Ismael Martín (herido de gravedad en una de las novilladas de la feria de Otoño), Lalo de María y Alejandro Chicharro (este último, hará su presentación el 1 de mayo). 

  ¿Qué esperar de estos nombres? Pues todo, que por algo son novilleros. Chavales con ganas de comerse el mundo, que saldrán a dar un serio toque de atención en Madrid y lanzar su carrera a lo más alto. Sin duda, hay nombres entre los agraciados que causan a los aficionados unas ganas enormes por verlos actuar en Las Ventas. 


domingo, 4 de febrero de 2024

FERIA DE SAN ISIDRO 2024, PARTE II: LOS TOREROS

    Si hablar del ganado que se lidiará en San Isidro es una tarea ardua, hacerlo de la nómina de toreros que engrosan los carteles no se queda atrás. Todos los años se habla de lo mismo: que si uno viene mejor colocado de lo que se merece, que si se echa en falta a Fulano, que si Mengano podría haber entrado alguna tarde más, que si las figuras no se salen de su particular "sota-caballo-rey", que hay demasiados carteles baratos y muy pocos rematados... Lo de siempre, a fin de cuentas. Pero la pregunta que todos nos hacemos es: "¿están todos los que deberían estar?". O también podría preguntase de una manera más concisa: ¿quién sobra y quién falta? Comencemos.

    La gran polémica que ha venido surgiendo en las últimas semanas gira en torno a una de las grandes revelaciones del año pasado en Madrid. A Fernando Adrián, el aludido en cuestión, parece ser que se le ha racaneado todo lo habido y por haber a la hora de hacerle hueco en la feria de la que salió triunfador indiscutible el pasado año. Todo parecían buenas intenciones por parte de nuestra querida Plaza1 en un primer momento, pero poco a poco el asunto se fue enfriando hasta tal punto de que, hasta hace cuatro telediarios, Fernando Adrián estaba fuera de Madrid. ¿Dónde estaba el problema? ¿Ganado? ¿Compañeros? ¿Dinero? Se habla en los mentideros de que esto último es la verdadera razón, y al final se tuvo que interceder desde el mismísimo CAT para que el francés y el de los viajes incluyeran en los carteles, a calzón por cierto, al bueno de Fernando Adrián. Su sitio no será otro que el puesto reservado en la Corrida de la Beneficencia al triunfador de la feria. Es decir, TARDE, MAL y (casi) NUNCA. Los miserables, y no es el título de ninguna película. ¿Se le hubiera dado el mismo trato a Fernando Adrián si se hubiera apellidado, qué sé yo, Rivera Ordóñez? Qué digo, es que si llevara esos apellidos habría aparecido en el cartel anunciador hasta su fotografía... Literalmente. Ver para creer.

    A Fernando Adrián, finalmente, se le ha metido a calzón en los carteles y en contra de la lógica. Como en contra de toda lógica es, también, el póker de tardes que formará Alejandro Talavante. Que se trata de uno de los toreros más importantes de las dos últimas décadas, nadie lo pone en tela de juicio. Pero no es menos cierto que, desde su reaparición hace dos temporadas, se ha visto a un Talavante irreconocible. Como un alma en pena que se arrastra por las plazas donde torea. Se agradece que haya hecho el gesto de querer echarse la feria a las espaldas de esta manera pero, volviendo a incidir en lo visto los últimos meses, no es lo que se dice una gran atracción para la afición de Madrid en estos momentos, menos aún viendo el plantel ganadero que ha seleccionado: El Puerto de San Lorenzo, Juan Pedro Domecq, Santiago Domecq y Jandilla. No se ha complicado mucho la vida, no... Tampoco tiene nada de atractivo la presencia de José María Manzanares hasta en tres ocasiones, por no hablar de la inclusión de Cayetano en la feria. ¿Que quién ocupa esos huecos? Pues aparte de echar el resto por la contratación de Fernando Adrián tres corridas, los toreros que de verdad interesan en estos momentos. Esos toreros que, a fecha de hoy, generan en las bocas de los aficionados eso de "este año tengo ganas de ver a Fulanito o a Menganito"... Toreros como Ginés Marín, Juan Ortega, Daniel Luque o Pablo Aguado. ¿De verdad que tres tardes para cada uno de ellos hubiera sido excesivo, en vez de dos? 

    Otra pregunta que cabría hacerse es sobre la calidad de las combinaciones. Eso de los "carteles rematados", los "carteles baratos", y tal. Carteles buenos de verdad, rematados de cabo a rabo (por supuesto, contando a la ganadería), se pueden contar con los dedos de una sola mano. El resto, se resume mayoritariamente en "lo mismo de siempre". Al final, las figuras van a lo suyo (a sus garcis, sus victorianos, sus juampedros, sus alcurrucenes, sus lisardianos...), sin dar lugar a gesta alguna. Y también, las ganaderías que por ahí denominan "duras" (Miura, Ibán, Escolar o Pedraza de Yeltes) se las rifan entre sus especialistas y aquellos a quienes no les quedaba más remedio que tragar si es que querían tener su sitio. Caso aparte es el de Victorino Martín, que la lidiarán mano a mano dos toreros que triunfaron con sus toros el año pasado, componiendo así el cartel más rematado de cuantos hay. 

    ¿Ausencias destacables? Algunos hablan de Curro Díaz y esa esencia suya que tantos partidarios le ha dado. Lo mismo, quizás, que otro torero muy del gusto de Madrid que parece haberse esfumado en los últimos tiempos: Morenito de Aranda. ¿Quizás David de Miranda, un torero que sabe lo que es encandilar a la afición de Madrid? Por suerte, parece que no se olvidan de ellos: tanto Curro Díaz como David de Miranda torearán a lo largo del mes de abril en Madrid. Pero, más allá de todo ello, a la feria no parece faltarle gran cosa en cuanto a nombres. "No hay más cera que la que arde", para lo bueno y para lo no tan bueno.

    Esto es lo que hay:


    TRES TARDES

    ** MORANTE DE LA PUEBLA (Alcurrucén - Juan Pedro Domecq - Garcigrande): Morante es mucho Morante. Uno de esos pocos privilegiados que siempre están por encima del bien y del mal. Sin ir más lejos, su feria del año pasado se resumió en tres derechazos y un pase de pecho que le pegó a uno de los seis toros que lidió, y en cinco "abreviaturas". Y, sin embargo, aquí le tenemos: colocado tres tardes (una de ellas la Beneficencia), y con la mira de las ilusiones soplándole las greñas. Es otro, y la mayoría estaríamos de uñas contra él y contra la empresa. Pero con Morante eso no pasa. Este es mucho Morante, y por muy mal que esté un día, o un año, o dos, o veinte, siempre nos desplazaremos a la plaza con la cosa de "¿y si hoy sí?". Y así es, cinco petardos en seis toros lidiados la pasada feria. Tuvo muy mala suerte en los sorteos, es verdad. Oiga, ¿y qué corridas lidió entonces? Pues Alcurrucén, Garcigrande... ¡¡Anda, como este año!! También la de El Torero, pero tranquilos eh, que este año la ha rechazado. En su lugar lidiará... ¡¡Juan Pedro Domecq!! Diga usté que sí, matador; a eso se le llama compromiso... En fin, lo dicho: ¿y si este año sí?

    ** BORJA JIMÉNEZ (Santiago Domecq - Victorino Martín - Victoriano del Río): Gran revelación de la temporada 2023. No solamente en Madrid (donde le cortó tres orejas a la corrida de Victorino Martín en la feria de Otoño), sino allí donde toreó. Es, por tanto, uno de los grandes alicientes de este mes de toros en Madrid. 

    ** PACO UREÑA (El Parralejo - Victorino Martín - Jandilla): Otro de los nombres importantes sobre el que se apuntala la feria, es el de Paco Ureña. Y con todos los merecimientos, pues ahí está su tarde con los victorinos el pasado 4 de junio, y su faena al marrajo de Toros de Cortés condenado a banderillas negras en la feria de Otoño. Dos tardes en abono, y la tercera el 16 de junio (In Memoriam).

    ** SEBASTIÁN CASTELLA (Victoriano del Río - La Ventana del Puerto - Garcigrande): El año de 2023 fue el de su regreso, tras algunas temporadas de asueto. Y lo hizo arrasando. También en Madrid, y es por ello por lo que está colocado tres tardes (dos en feria, y una tercera en la Corrida de la Beneficencia). Una figura de su talla no puede, ni debe, eludir este tipo de responsabilidades. Como tampoco debiera eludir compromisos más fuertes a la hora de seleccionar el ganado a lidiar, cosa esta última que sí hace. "Victoriano del Río, la Ventana del Puerto y Garcigrande". En fin...

    ** JOSÉ MARÍA MANZANARES (Victoriano del Río - Alcurrucén - Jandilla): He aquí, uno de los descalabros de todo el serial. José María Manzanares toreará tres tardes. Y yo me pregunto: ¿por qué? ¿Qué méritos ha hecho para ello? ¿Qué necesidad hay? ¿Cuál es la razón? No, no y no. Es inexplicable, sus últimas comparecencias en Madrid han dejado una imagen lamentable, y tampoco es que en esta plaza se le espere con gran ilusión. Y encima ha manifestado, a posteriori, que le hubiera encantado una cuarta corrida. Pues nada...


    DOS TARDES

    ** DIEGO URDIALES (Alcurrucén - Román Sorando): Un torero grandioso, tanto como irregular. Y es que con los toreros de su corte, ya se sabe: es cosa de esperar y esperar. Esa irregularidad la acusó con creces el pasado año: temporada muy discreta, especialmente en plazas de gran relevancia. En realidad, lleva ya algunas temporadas algo desdibujado. Pero es lo que tienen los toreros de acusada irregularidad, que cuando menos se espera salta la liebre. En Madrid es uno de los toreros más venerados, y solamente por ello no puede faltar. 

    ** MIGUEL ÁNGEL PERERA (El Parralejo - La Quinta): Raro se nos antoja que este torero, figura importante, aparezca en tan solo dos ocasiones. Él lo sabrá, pero con dos tardes está demasiado bien.

    ** TOMÁS RUFO (Victoriano del Río - Puerto de San Lorenzo): La nueva "esperanza" de la torería, ya es figura del toreo. O eso intentan vender, al menos. Viendo cómo va colocado y las dos ganaderías con las que está anunciado, se podría decir que sí, que ya es figura del toreo. Pero ¿y en el ruedo?  Iremos viendo.

    ** EMILIO DE JUSTO (La Quinta - Victoriano del Río): Más allá de la bochornosa puerta grande con la que fue agasajado la pasada feria, su paso por Madrid fue cuanto menos discreto. Los números entran en disonancia con las letras, y es que sus actuaciones no levantaron pasiones. ¿Pasiones? Lo que levantaron fueron ampollas, en realidad. Ahí queda su paupérrima actuación ante la gran corrida de Victorino Martín que lidió mano a mano con Ureña. Un torero del que tantas cosas se espera y del que tanto bueno se habla, no puede quedar tan mal en una tarde así, ni tampoco irse en volandas tras una faena de verbena, ni nada de nada. Todos los ojos volverán a posarse sobre él, a ver qué ofrece esta vez.

    ** GINÉS MARÍN (La Quinta - Montalvo): Torero con buen estilo y muy del gusto del aficionado exigente, siempre interesa verlo. La suerte no le acompañó el año pasado, aunque llegó a tocar pelo ante un toro de Montalvo en su primera tarde. No puede faltar un torero de su clase en Madrid.

    ** JUAN ORTEGA (El Puerto de San Lorenzo - Román Sorando): Más que ganas de verlo, lo que hay son ganas es que le embista un toro y le pillemos con las musas a su alrededor. Así son los toreros artistas. 

    ** CAYETANO (Conde de Mayalde - Montalvo): ¿Qué se puede decir de esto? Cayetano Rivera Ordóñez, torero incapaz donde los haya y hecho a golpe de apellidos, no debiera tener cabida en una feria importante como la de Madrid. Y menos, dos tardes. La milonga esa de que "es el artista de los dos hermanos" y demás, no deja de ser eso, una milonga muy grande. Habrá que tragar, por desgracia. 

    ** ROCA REY (Conde de Mayalde - Victoriano del Río): El famosísimo y acreditado Huracán de los Andes no tuvo su mejor año en 2023. Menos aún en Madrid, donde sus maneras ante el toro crean cada vez más discordia en los tendidos y, para colmo, no parece digerirlo. Sobre por qué se ha anunciado solamente dos tardes, cuando puede pedir lo que se le antoje, solo él lo sabe. Por descontado que tampoco se saldrá del sota-caballo-rey.

    ** DANIEL LUQUE (La Ventana del Puerto - Alcurrucén): La misma canción de todos los años: "temporadón de Daniel Luque", "que peaso de torero", "figurón indiscutible del toreo" y un larguísimo etcétera que podríamos terminar de recitar mañana; pero luego llega Madrid y pasa de puntillas. Además que es matemático, y así lleva ya varios lustros. Ciertamente, triunfa allá donde va y todo el mundo habla maravillas, pero es llegar Madrid y atragantarse. Tampoco es que le acompañe mucho la suerte en los sorteos, pero si lo que deja que le echen son La Ventana del Puerto y Alcurrucén, lo raro es que la tenga. O Juan Pedro Domecq y, de nuevo, Alcurrucén, como el año pasado. O Valdefresno, El Torero y Montalvo, como hace dos. Así es difícil. En fin, a ver si este año sí que sí con Luque. 

    ** PABLO AGUADO (Juan Pedro Domecq - Román Sorando): Otro artista de cuna. O de Sevilla, que viene a querer decir casi lo mismo. Naturalidad, gracia toreadora, aroma a añejo... Madrid le lleva esperando tiempo y, salvo alguna que otra dosis de fragancia sevillana e inspiración capotera, muy poco ha ofrecido. 


        UNA TARDE

    ** EL FANDI (Fuente Ymbro): Un torero que, allá donde va, arrasa y se entretiene en cortar orejas y rabos a todo lo que se le pone por delante. Pero Madrid es otra historia, aquí no le sirven sus carreras, saltos y cabriolas durante el tercio de banderillas, ni todas esas bonanzas que integran su repertorio. Ahí están las estadísticas, para aquellos que las aman. 

    ** ROMÁN (Fuente Ymbro): Oreja a un toro de Montalvo el 24 de mayo, y cornada de gravedad por uno de Victorino Martín en Otoño. Este el es currículum que presenta este torero de cara a San Isidro, respecto a lo realizado el año pasado en Madrid. Un torero que siempre da la cara, derrocha pundonor y hasta consigue, en ocasiones, hacer realizar un toreo poderoso. 

    ** LEO VALADEZ (Fuente Ymbro): Un mexicano que ha dado la cara en Madrid desde que confirmó su alternativa, ha cortado orejas y ha mostrado buenas maneras. Su inclusión se antoja justa.

    ** CALITA (Baltasar Ibán): Otro de los mexicanos que tendremos próximamente en Madrid. Vino a confirmar su alternativa el verano pasado, dejando buena impresión ante la corrida de Román Sorando. Veremos qué tal se desenvuelve ante los toros de Baltasar Ibán. 

    ** FRANCISCO DE MANUEL (Baltasar Ibán): Aquella puerta grande del día de la Hispanidad de 2022 le dejó en muy buena posición de cara al 2023. Sin embargo, no se ha terminado de consolidar a lo largo de la temporada, a pesar de cortar una oreja el 15 de agosto en esta plaza. Crédito tiene de sobra, pues es un torero que gustó mucho ya desde novillero. Le toca reivindicarse.

    ** ÁLVARO ALARCÓN (Baltasar Ibán): Novillero punterísimo, hasta tal punto de salir de esta plaza en hombros tras una tarde apoteósica. Sin embargo, se desinfló por completo al tomar la alternativa el pasado San Isidro: solo dos corridas toreadas el pasado año, incluyendo la de la alternativa. Lo que está claro es que, a priori, debería salir a comerse el mundo frente a la corrida de Ibán. 

    ** RAFAELILLO (Miura): Todo un seguro de vida ante la corrida de Miura. Y es que si los de Zahariche están, también debe estar quien es su mayor especialista en la actualidad. Ya fue cuanto menos injusto dejarle fuera de toda la temporada de Madrid el año pasado, cuanto ni menos lo hubiera sido este año también. Por suerte, no ha sido así. 

    ** JUAN DE CASTILLA (Miura): Confirmó su alternativa el pasado mes de septiembre y, aunque no triunfó, anduvo muy firme ante un exigente toro de Sobral. La de Miura por la tarde en Madrid, y una corrida concurso en Vic-Fezensac esa misma mañana, en la que se medirá a sendos toros de Prieto de la Cal y Pages Mailhan. Eso sí que son ganas de ser torero.

    ** JESÚS ENRIQUE COLOMBO (Miura): Novillero puntero en su época, no ha tenido continuidad como matador. Rellena el hueco vacante en la corrida de Miura, un hueco que bien podria haberlo ocupado algún otro especialista en estos toros.

    ** DAVID GALVÁN (El Torero): Regresa a Madrid tras un año de ausencia. Había que rellenar huecos, y su nombre pareció uno de los indicados para ello.

    ** ÁLVARO LORENZO (El Torero): Uno de esos toreros jóvenes que parecen interesar, aunque en Madrid no termina de consolidar. Apunta, da la cara... Pero no redondea. Con una tarde, va servido.

    ** ÁNGEL TÉLLEZ (El Torero): El gran triunfador del San Isidro de 2022, se derrumbó por completo ante su prometedor año de 2023. Pero no por ello ha dejado de existir en la memoria de los aficionados. Demostró saber hacerlo, tiene madera de torero grande y, por ello, merece tener oportunidades.

    ** UCEDA LEAL (Santiago Domecq): Uno de los ojitos derechos de la afición de Madrid. Abrirá uno de las tardes importantes de toda la feria. Pero no solamente abrirá cartel, sino que será integrante de esa terna y, por supuesto, ayuda a que la tarde tenga atractivo. No es un simple telonero que prepara el terreno para el encuentro entre la figura consolidada y el toreo revelación. 

    ** JUAN LEAL (Pedraza de Yeltes): Torero de corte muy valiente, eso que llaman "valor seco". Da la cara, a su manera, cada vez que se viste de torero, y aquí le tenemos dispuesto a lidiar la corrida de Pedraza de Yeltes. Ojalá tuviera a bien darle a la corrida el trato que merece.

    ** FRANCISCO JOSÉ ESPADA (Pedraza de Yeltes): Caso similar al anterior: un torero entregado y valeroso que, además, dio la cara a su manera la pasada feria. Además de esta corrida, también le veremos disfrazado con atuendos pseudogoyescos el día 2 de mayo.

    ** ISAAC FONSECA (Pedraza de Yeltes): La nueva esperanza del toreo mexicano ha sido incluido una tarde para estoquear dos toros de Pedraza de Yeltes. Es otro que tampoco podía faltar.

    ** FERNANDO ROBLEÑO (José Escolar): Como Rafaelillo en la de Miura, Fernando Robleño es otro seguro de vida ante la de José Escolar. Un hierro que conoce a la perfección y con la que ha triunfado en diversas ocasiones. Aún se recuerdan aquellos naturales al toro Camionero hace un par de temporadas en esta plaza, como también la faena al toro de Adolfo Martín la pasada feria. Y es que cuando Robleño torea, es mucho Robleño. También toreará el día 2 de mayo.

    ** DAMIÁN CASTAÑO (José Escolar): Desde que le vimos en la feria de Cenicientos hace dos veranos, se ha hecho imprescindible para los aficionados. Seguramente, autor del mejor toreo al natural durante la temporada pasada en Madrid, ante un toro de Valdellán. Lo dicho: imprescindible.

    ** GÓMEZ DEL PILAR (José Escolar): Se sabe de sobra que tiene un gran concepto lidiador en la cabeza, así como un muy potable concepto del toreo. Otra cosa es que sus actuaciones en Madrid el año pasado fueran afortunadas: por debajo de una gran corrida de Escolar, y de uno de los toros del año en septiembre. Merece todo el crédito posible, y sus próximas actuaciones serán un buen momento para dejarlo patente. 

    ** ANTONIO FERRERA (Adolfo Martín): ¿Qué ha pasado con Antonio Ferrera últimamente? De estar anunciado en todas las ferias y en los mejores carteles, a basar sus actuaciones en 2023 fundamentalmente en las plazas de 3ª, y a engrosar la corrida de Cuadri a principios de temporada en Madrid y la corrida de Adolfo Martín en la feria. Eso, en el mejor de los casos: el año pasado ni siquiera asomó en Madrid. 

    ** MANUEL ESCRIBANO (Adolfo Martín): Otro que no apareció en todo el 2023 en esta plaza. ¿Los motivos? Él y la empresa sabrán, pero un torero que siempre ha dado la cara y ha estado por encima ante corridones que no todo el mundo quiere, no puede faltar. Le veremos solamente ante los adolfos, y no somos pocos los que pensamos que una segunda tarde, en la corrida de Miura, tampoco hubiera estado de más. Es más, le hubiera dado otro atractivo a ese cartel. Así las cosas.

    ** JOSÉ GARRIDO (Adolfo Martín): Vuelve a matar la misma ganadería que le hirió de gravedad el año pasado en esta misma plaza, gesto que le honra. Bien es verdad que oportunidades ha tenido de sobra en esta plaza desde que tomó la alternativa hace años, pero su resultado ha sido siempre el mismo: pasar de puntillas...

    ** FERNANDO ADRIÁN (Garcigrande): Lo dicho: tarde, mal y (casi) nunca. Cuando un torero triunfa en Madrid por partida doble, hay que hacer todos los esfuerzos posibles por premiarle como merece (y esto último no solamente va para los empresarios de Madrid, que también va a quedar fuera de Sevilla). Dejarle sin sus merecidas tres actuaciones solamente puede ser obra del más miserable de los hombres. Pero meterle con calzador en la Beneficencia, quitando para más inri el puesto al triunfador de la feria, ya es de ser muy antitaurino, además de miserable. Lo que mal empieza, peor acaba. Suerte para él esa tarde.



    CONFIRMACIONES

    Cinco confirmaciones en la feria: Guillermo García Pulido, Alejandro Fermín, Christian Parejo, Jorge Martínez y Víctor Hernández. Todas ellas en carteles de postín, y con una figura del toreo oficiando de padrino. ¿Por dar visibilidad a los chavales en un día tan importante? ¿O será cosa de que, como dicen las malas lenguas, la única intención es abrirle cartel a los figurones? Sea como fuere, todo el mundo merece la oportunidad de venir a confirmar su alternativa, aunque eso de hacerlo en San Isidro y en carteles de postín, debiera ser algo más "excepcional". Y en esta cuestión entra el nombre de Alejandro Fermín: ¿cuáles son los méritos de este torero para confirmar su alternativa nada menos que el día 15 de mayo, día del Patrón, con dos figuras del toreo y toros muy escogidos? Alejandro Fermín se trata de un matador de toros que tomó la alternativa en julio de 2022, y al cual vimos en reiteradas ocasiones de novillero en esta plaza, sin llegar a decir absolutamente nada en ninguna de ellas. Hace un año, en la Copa Chenel, resultó herido de gravedad, y terminó sumando un total de cuatro corridas de toros en todo el año, todas ellas en plazas de menor relevancia. Por ello, se antoja excesiva esta confirmación en plena feria. ¿Venir a confirmar? Por supuesto, pero hay mucha más temporada por delante para ello. Esa "excepcionalidad" antes comentada, es solamente para unos pocos elegidos, y un torero que ni triunfó de novillero en esta plaza ni ha dado toques de atención en plazas importantes, tiene nada de excepcional. 

    Por esa misma regla de tres, nada que objetar a las cuatro confirmaciones restantes: se trata de cuatro matadores de toros que han sido doctorados muy recientemente (a excepción de García Pulido, que lo hará en Valdemorillo el próximo 11 de febrero), y que cuentan con un historial importante en esta plaza como novilleros. Suerte para todos. 

viernes, 2 de febrero de 2024

FERIA DE SAN ISIDRO 2024, PARTE I: LOS TOROS

    Ya están aquí, ya son oficiales. Un año más, nuestra querida Plaza1 nos ameniza con los carteles de la Feria de San Isidro cuando el estómago aún está digiriendo los polvorones y el roscón de Reyes. Total, ¿para qué esperar? 

    No hay nada a lo que esperar, a pesar de que algunos aficionados se echan las manos a la cabeza porque las Fallas, la Magdalena y hasta Sevilla todavía no se han celebrado, y en Madrid siempre se ha esperado a sacar conclusiones de las primeras ferias importantes del año para confeccionar la isidrada, y que si patatín patatán... Pero lo dicho, no hay nada (o casi nada) a lo que esperar: esas ferias antes mencionadas van confeccionadas con lo mismo y los mismos de siempre. Prácticamente, y salvo honrosas excepciones, se tratan de los mismos carteles y de los mismos nombres de los últimos doce o quince años, sin importar lo repetitivos que resulta la misma cuestión año tras año y, ni tan siquiera, valorar si algunos de esos toreros llevan ya unos pocos de años sin dar palo al agua en los ruedos (lo de las pasarelas de moda y la belleza exterior, va aparte). Pero ya habrá tiempo para hablar de los toreros más adelante. Lo que ahora toca, son los toros. 

   Efectivamente. Sobre el ganado seleccionado, tres cuartas de lo mismo: lo de siempre. Salvo honrosas excepciones y sin pararse a pensar en lo que algunas de esas vacadas anunciadas llevan ofreciendo año tras año. Que no falte, un año más, esa campeona en petardazos que es Juan Pedro Domecq. Ni Montalvo, por supuesto. Ni el doblete de Alcurrucén. Ni tampoco Jandilla o El Parralejo; ni por supuesto Adolfo Martín y hasta si me apuran El Torero, autora de buenos encierros hace ya años, pero que lleva algunas ferias sin levantar cabeza. Afortunadamente, parece ser que este año sí que nos hemos librado de esa otra campeona en mascletás que es Valdefresno. O de El Pilar, Las Ramblas o Cuvillo, entre otras. Al menos durante el mes de mayo, que luego la temporada de Las Ventas es muy laaaaaargaaa... Y en favor de todas ellas, las novedades de Miura, Baltasar Ibán, Pedraza de Yeltes, Román Sorando (con el aval de una corrida que sirvió el pasado verano), y una corrida de toros completa, por primera vez en esta plaza, de la Ventana del Puerto (hierro este acostumbrado a remendar los encierros de su hermana mayor, El Puerto de San Lorenzo). Otra novedad es la corrida de toros que lidiará Conde de Mayalde (vacada muy clásica en novilladas y sobreros) y de la que se espera que raye al mismo nivel que la novillada de abril del año pasado. 

    Hay novedades, por supuesto. Tantas como ausencias por las que no derramaremos lágrima alguna. Pero la lista de ganaderías elegidas sigue siendo muy mejorable. Por poner tan solo unos ejemplos, ¿dónde queda Dolores Aguirre, vacada muy venerada en Madrid? ¿Por qué no Torrestrella? ¿Qué pasa con los toros del francés Robert Margé, ganadero que lidió una interesante corrida de toros el verano pasado? Y aunque el terceto elegido para las novilladas no es para nada desperdiciable, ¿por qué no algo más de variedad genética? El domingo antes de feria, sin ir más lejos, se lidiará una novillada de Los Maños. ¿Acaso esta vacada no tiene crédito suficiente para entrar en San Isidro? ¿Es que Gabriel Rojas tampoco se ganó el derecho de entrar en San Isidro después de lidiar una señora novillada el pasado mes de abril? ¿Y qué ha pasado con Flor de Jara, que hace tiempo no aparece por esta plaza? O la mítica ganadería de Barcial, en el centenario de su toma de antigüedad y de la que llegan noticias de que tiene preparadas un par de bonitas novilladas con destino al otro lado de los Pirineos. Los franceses, como siempre, los primeros de la clase.

    ¿Acaso ninguna de las antes mencionadas tiene toros para venir a Madrid? Ya veremos qué nos presentan algunos de los que sí están anunciados... Ya veremos, que decía aquel.
    
    A continuación, punto por punto, todo el plantel ganadero para esta feria:

    ** ALCURRUCÉN (10 de mayo, Morante de la Puebla - Diego Urdiales - García Pulido; 30 de mayo, José María Manzanares - Daniel Luque - Víctor Hernández): Lo dicho: doblete totalmente injustificado, un año más. Muchas, pero que muchísimas ferias después de lidiar un encierro medianamente aceptable. Un solo toro bueno (y solo en la muleta) lidiado el año pasado por Tomás Rufo no justifica que haya que tragarla año tras año, por partida doble para más inri. Pero claro, como cuenta con el aval de las todopoderosas figuras del toreo, ahí queda eso. 

    ** FUENTE YMBRO (11 de mayo, El Fandi - Román - Leo Valadez; 21 de mayo, novillada; Alejandro Peñaranda - Ismael Martín - Jarocho): Otra que tal. Cuantísimos atracones del cheff Gallardo en los últimos años, para luego muy poco sabor y aún menos disfrute. Este año nos baja la cantidad, al menos. Y con ello, se espera que suba la calidad. Una regla de tres que, en los toros y cualquier ámbito de la vida cotidiana, no suele ir mal. Veremos. 

    ** BALTASAR IBÁN (12 de mayo, Calita - Francisco de Manuel - Álvaro Alarcón): Su retorno a los carteles de esta plaza tras cinco años de ausencia, ha sido muy celebrado por la afición de Madrid. Si Baltasar Ibán tiene toros para Madrid, nunca puede faltar. Veremos qué tal los entiende la terna de jóvenes toreros que hay anunciada.

    ** MONTEALTO (14 de mayo, novillada, Diego Bastos - Nek Romero - Samuel Navalón): Conocida en estos fueros gracias a algunos encierros de juego interesante durante algunas temporadas. Lidió el año pasado una novillada en plena feria, destacando un buen novillo en el conjunto de un encierro manso y deslucido, así como algunos novillos sueltos en sendos festejos antes y después de la feria, que dijeron más bien poco. Se puede esperar mucho más de ella. 

    ** EL PARRALEJO (15 de mayo, Miguel Ángel Perera - Paco Ureña - Alejandro Fermín): Anunciada el día del Santo Patrón por tercer año consecutivo, como premio a... A... A... Pues la empresa y el ganadero sabrán, pero poco bueno se recuerda de los toros y novillos lidiados por esta vacada en Madrid. Una corrida muy justa de fuerzas y de casta fue la del año pasado y que, para colmo, no se lidió completa al no pasar el examen veterinario por la mañana. En 2022 tampoco fue mejor el asunto. Algún ejemplar boyante y bueno para el torero en el tercio de muleta, pero poco más. No habría otras en el campo, no.

    ** VICTORIANO DEL RÍO (16 de mayo, Sebastián Castella - José María Manzanares - Tomás Rufo; 7 de junio, Emilio de Justo - Roca Rey - Borja Jiménez): Doblete de Victoriano del Río un año más, tras un 2023 muy poco afortunado en Madrid. De esta vacada se espera muchísimo más.

    ** LA QUINTA (17 de mayo, Miguel Ángel Perera - Emilio de Justo - Ginés Marín): De la sangre santacolomeña siempre se espera mucho, pero que muchísimo mejor juego del que han dado en sus últimas comparecencias estos buendías. Mejor, aquellas corridas encastadas y con sobrado poder en el caballo, que no los pastueños y flojos animales de los que han dado cuenta estos dos últimos años el de la Puebla, don Julián o el Huracán de los Andes, entre otros. A ver este año.

    ** MIURA (19 de mayo, Rafaelillo - Juan de Castilla - Jesús Enrique Colombo): Vuelve el legendario hierro de la A con asas, tras seis años de ausencia. Su última comparecencia, allá por 2018, estuvo salpicada por el escándalo de una mediocre corrida de toros sobre la que, incluso, llegó a planear la sombra del afeitado. Sea como fuere, y tras unos cuantos años exiliada de Madrid, es el momento de su regreso. Miura siempre es Miura.

    ** EL TORERO (22 de mayo, David Galván - Álvaro Lorenzo - Ángel Téllez): Una mala racha que dura desde hace temporadas. Bien hubiera sido este el momento de mandarla a descansar de Madrid algún tiempecito.

    ** PUERTO DE SAN LORENZO (23 de mayo, Alejandro Talavante - Juan Ortega - Tomás Rufo): Fija en Madrid todos los años, da igual que salga buena, mala, regular, llueva, truene, haga sol, frío o se caiga el cielo sobre la Tierra. Acostumbra a dar la de cal luego de muchas de arena. Por ello, se podría decir que ya va siendo hora de que toque la buena, pues llevamos coleccionadas unas cuantas que no han sido lo que se dice aceptables. 

    ** CONDE DE MAYALDE (24 de mayo, Cayetano - Roca Rey - Jorge Martínez): No estamos lo que se dice acostumbrados a verla en corrida de toros, mucho menos aún en pleno San Isidro. Lo suyo son las novilladas o algún que otro sobrero, jugando normalmente animales de nobleza exquisita y con la casta justa. No es extraña, por lo tanto, la terna de matadores que la harán frente. 

    ** LA VENTANA DEL PUERTO (25 de mayo, Sebastián Castella - Daniel Luque - Christian Parejo): Vacada de sobra conocida desde hace varios lustros por remendar las corridas de su hermana mayor, El Puerto de San Lorenzo. Pero por muy poco más, pues no son muchos los ejemplares recordados por su buen juego. Veremos qué tal la novedad.

    ** MONTALVO (26 de mayo, Cayetano - Ginés Marín): Habitual desde hace años en el mayo madrileño, pero más habitual es el cansancio de los aficionados por verla repetida año tras año. Lidiará tan solo cuatro ejemplares, ya que en este cartel abrirá Diego Ventura a caballo con dos animales de El Capea. 

    ** GUADAIRA (28 de mayo, novillada; Lalo de María - Pepe Luis Cirugeda - Alejandro Chicharro): Dos novilladas en 2023 (abril y Otoño), certificaron lo que ya sabíamos: que esta ganadería es imprescindible en la temporada de Las Ventas, muy especialmente para lidiar novilladas. 

    ** JUAN PEDRO DOMECQ (29 de mayo, Morante de la Puebla - Alejandro Talavante - Pablo Aguado): La reina por excelencia de los petardos ganaderos. Pero no importa, está en todas las ferias. Como a los grandes toreros les gusta... 

    ** SANTIAGO DOMECQ (31 de mayo, Uceda Leal - Alejandro Talavante - Borja Jiménez): Elegida para uno de los carteles fuertes de la feria, y es que su cotización ha subido como la espuma en las últimas temporadas. El motivo no es otro que la regularidad de su buen juego. Eso sí, solamente en la muleta. En el caballo solo admiten el picotazo... El medio-toro de toda la vida. 

    ** PEDRAZA DE YELTES (2 de junio, Juan Leal - Francisco José Espada - Isaac Fonseca): Autora de uno de los mejores toros lidiados en Madrid el año pasado (el famoso Sombrero, de la corrida concurso de septiembre). Muy del gusto de los aficionados al ser una vacada que apuesta por la casta y el tercio de varas, pero su trayectoria en esta plaza ha sido de lo más irregular. 

    ** JOSÉ ESCOLAR (4 de junio, Fernando Robleño - Gómez del Pilar - Damián Castaño): Nunca puede faltar Escolar en Madrid. Nunca. Los resultados que da año tras año, así lo demuestra. Lidiará su encierro, además, una terna que se antoja de lo más competente para sacarla partido. Al menos a priori.

    ** VICTORINO MARTÍN (5 de junio, Paco Ureña - Borja Jiménez): Los victorinos volvieron por sus antiguos fueros el año pasado. Los fueros de la casta, la bravura, las complicaciones y la exigencia. Unos fueros muy alejados de lo que nos han tenido acostumbrados en los últimos años, desgraciadamente. En mano a mano, la lidiarán dos toreros que saben lo que son estos toros y triunfar ante ellos. Máxima expectación ese día. 

    ** ADOLFO MARTÍN (6 de junio, Antonio Ferrera - Manuel Escribano - José Garrido): Por mucho que la quieran vender del "gusto de la afición de Madrid", como una "ganadería torista", y a saber cuántas monsergas más, lo cierto es que ya ha dejado de colar. Hace muchos años que en Madrid nos merecemos un largo descanso de estos albaserradas, pero con la excusa precisamente de eso, de que son albaserradas y que en Madrid gusta mucho eso, aquí la tenemos año tras año. No, no y no. Mil veces no. Que se lo vendan a otros.

    ** ROMÁN SORANDO (8 de junio, Diego Urdiales - Juan Ortega - Pablo Aguado): Lidió, en verano, una corridita en los que se corrieron ejemplares que "sirvieron" sin más. Y aquí los tenemos, dispuestos a ser lidiados por una terna que lleva eso de la inspiración por bandera. Como anillo al dedo para ambas partes.

    ** GARCIGRANDE (9 de junio, Corrida de la Beneficencia; Morante de la Puebla - Sebastián Castella - Fernando Adrián): No podía faltar el ojito derecho de los figurones del toreo. Cualquiera les dice a estos que no, que Garcigrande este año, o cualquiera, no. Motivos hay de sobra: problemas en los reconocimientos, toros chicos, invalidez, falta de casta... Pero claro, luego salen un par de ejemplares de exquisita nobleza en el último tercio, y a correr. ¡¡Cómo no los van a solicitar!! Así está esto montado y así nos luce el pelo. 

    ** JANDILLA (16 de junio, Corrida In Memoriam; José María Manzanares - Alejandro Talavante - Paco Ureña): La misma canción: a ver quién es el guapo que le dice a estos figurones del toreo que Jandilla no va a ser posible este año, que dan problemas de juego y de trapío casi siempre que desembarcan en Madrid. 

viernes, 6 de octubre de 2023

6 DE OCTUBRE DE 2023, 4ª DE OTOÑO: MANSEDUMBRE, BANDERILLAS NEGRAS, LIDIADORES... Y EMOCIÓN

¿Dónde se le quedó la bravura a Victoriano del Río esta vez? Cualquiera sabe, pero la mansada que ha traído a Madrid en el día de hoy es de las que hacen historia. En otra época, la corridita con la que Victoriano del Río se ha presentado en la capital del Reino para ser lidiada por Sebastián Castella, Paco Ureña y Ginés Marín, hubiera provocado un escándalo público de enorme consideración entre los asistentes. Pero lo que antaño hubiera sido arrojamiento de objetos y naranjas desde el tendido, y la invasión del ruedo por parte de los asistentes, en el año 2023 se ha tratado de una tarde en la que los aficionados salen de la plaza esbozando una sonrisa de oreja a oreja. Ironías de la vida. ¿O acaso sería el hedor que provocan el infame toreo postmoderno y su medio-torito tontorrón que va y viene sin molestar? La monotonía de esta infame pseudo fiesta nos hace ver, en estas ocasiones, gigantes donde tan solo hay molinos. He ahí la cuestión. Comencemos. 

A Sebastián Castella le sale un primer animal de Victoriano del Río que no fue picado, y una vez en el tercio de muleta se dedicó a ir y venir sin molestar y metiendo la cara. Castella anduvo despegado, vulgar y sin querer saber nada. 

Paco Ureña se las vio con un segundo toro al que asestaron dos puyazos paletilleros y lidiaron aún peor. ¿Que cómo resultó ser tal ejemplar en la muleta? No hace falta echarle mucha imaginación. Ureña no anduvo confiado en ningún momento y se limitó a tirar líneas, sin más. 

Cuando Ginés Marín abreviaba con el mansazo tercero, que no tuvo un pase y provocó con ello que se le agradeciera la brevedad a su matador, la tarde empezaba a ir ya cuesta abajo y sin frenos. Un día más en la oficina, a fin de cuentas.¿Qué más daba ya una más que una menos, si es casi todos los días igual? Pero hete aquí, que el asunto remontó e, ironías de la vida, lo hizo de la mano de dos marrajos herrados con el hierro de Toros de Cortés. Qué bromas gasta la vida...

Salió ese toro cuarto y, cuando Sebastián Castella le presenta el capote, el animal se frena, hace amago de apretar para adentro y huye despavorido. No consigue la cuadrilla fijarlo en el percal y el animal va de un sitio a otro a su aire. Salen los picadores y se empieza a intuir que iba a costar un mundo ejecutar la suerte de varas, y no nos equivocábamos: el toro, tras un primer puyazo en el que el piquero le mete las cuerdas, huye despavorido y comienza a dar vueltas al ruedo a su aire. Más vueltas al ruedo se pegó en diez minutos, que alguna de las figuras del toreo actuales. Entre medias, el toro pasaba por la jurisdicción de ambos piqueros, pero a ninguno le daba tiempo tan siquiera a darle un refilonazo. Se empezaba a mascar lo del pañuelo rojo por los tendidos, pero algunos iluminados (desgraciadamente, no pocos) solicitaban a los bueyes de Florencio. Iluminados, entiéndase, por los efluvios de San Caralimpio, San Canuto y el dios Baco. ¡¡Lo que hace el alcohol, Dios santo!! Finalmente, el único pañuelo que asomó fue el blanco, anunciando banderillas. Banderillas, a secas. Y José Chacón le echó el capote abajo al marrajo en tres o cuatro ocasiones y consiguió fijarlo. Y Rafael Viotti clavó dos pares con mucho mérito. La tarde comenzaba a coger sentido. ¿Cómo iba a entendérselas el bueno de Castella ante semejante ejemplar? Hete ahí la cuestión... Y la cuestión fue la que sigue: Castella se dobla con el manso con torería, poder y ganándole terreno, lo que levantó los ánimos de la concurrencia. Pero cuando nadie lo esperaba, tras esos doblones y como quien no quiere la cosa, saca unos derechazos imponentes, de mano muy baja y gustándose. El delirio. ¡¡Qué derechazos aquellos, y cómo se hizo Castella con el manso y en tan pocos muletazos!! Siguió con otra serie con la derecha muy meritoria, pero tras ella la faena decayó estrepitosamente. Castella siguió dando pases, con la diestra y la zurda, pero no derrocharon la misma intensidad ni la misma verdad que los primeros. Algunos pases de pecho y, sobre todo, dos cambiados de mano con los que corrió la mano lentamente y tirando del mando hacia dentro. Faena, a fin de cuentas, muy de más a menos, y que si hubiera cortado antes seguramente hubiera quedado mucho más maciza. Pero ahí quedaron aquellos derechazos y aquel comienzo de faena ante un marrajo por el que nadie apostaba. Pinchó Castella, y perdió una oreja bien ganada. O dos orejas de auténtica verbena, quién lo sabe. 

Al marrajo cuarto le siguió otro marrajo aún más marrajo, el quinto. Pero esta vez, el pañuelo rojo sí asomó. Banderillas negras, y una lidia por parte de la cuadrilla de Paco Ureña que no fue, ni mucho menos, como la que protagonizaron minutos antes José Chacón y Rafael Viotti. Tampoco se vino arriba este marrajo como el anterior ya que, a diferencia del mismo (que sí regalo embestidas de calidad), este quinto embistió a arreones, midiendo mucho en cada muletazo y quedándose corto. Ureña, lejos de venirse abajo, hizo un sobreesfuerzo ante él: aguantó con firmeza, se puso en el sitio y hasta consiguió sacar muletazos sueltos de mucho mérito. Toda la faena tuvo mérito, ya que el aguante y la firmeza ante semejante animal son dos virtudes que no todos hubieran sido capaces de echar. Bravo por Ureña, que perdió otra oreja bien ganada por un pinchazo previo a una estocada atravesada y varios descabellos. 

La plaza era, en este punto, una olla a presión. Pero con el sexto en el ruedo volvió a enfriarse el asunto. Un animalito que ni fu ni na, que iba y venía sin maldad y entraba a cada cite como quien entra a fichar en el trabajo. Y Ginés Marín mostró un percal nada halagüeño: ni verlo quiso, ni mucho menos confiarse. Y mucho menos dar muestra del menor decoro. Cosas de venir a Madrid sin estar recuperado de una lesión dolorosa. ¿Que se le agradece el gesto? Qué duda cabe, pero Madrid es Madrid y, si no se está al cien por cien, mejor quedarse en casa y dejarle el hueco a otro toreo que sí lo esté. Y no hay más.

¡¡Ironías de la vida!! Lo que hace años hubiera supuesto un altercado de orden público bien hermoso, hoy día... Pues eso. ¿A pasos tan agigantados ha degenerado la Fiesta?


jueves, 5 de octubre de 2023

5 DE OCTUBRE DE 2023, 3ª DE OTOÑO: LA VULGARIDAD POR BANDERA

Vulgaridad. Palabra definida por la RAE como "especie, dicho o hecho que carece de novedad e importancia, o de verdad y fundamento". Como sinónimos, acepta "común", "corriente", "basto", "chabacano", "ramplón" o "chocarrero", entre otros muchos. Quizás, la RAE no tendría reparo en aceptar como sinónimo de vulgar "festejo celebrado en Madrid el 5 octubre de 2023", pero primero tendrían que ver (o haber visto) lo acontecido. Y eso ya es demasiado suplicio.

Vulgar, común, corriente, basta, chabacana, ramplona, chocarrera... Palabras perfectas para definir la novillada de Fuente Ymbro y todo (o casi) lo que se hizo ante ella por parte de los tres señores que calzaban vestidos con bordado en oro. No fue vulgar la presentación de la novillada: seis señores novillos muy bien comidos, serios y de imponente fachada que, todo lo que tuvieron de bonitos por fuera, lo tuvieron de vulgares, comunes, corrientes, bastos, chabacanos, ramplones y chocarreros por dentro. O, como bien se suele decir en términos taurómacos, deslucidos, sosos, descastados, mansos y pastueños. El paradigma de la emoción, a fin de cuentas. Estaría bien, así como sugerencia de cara a la temporada que viene, darles a los fuenteymbros un merecido descanso; o qué menos que administrar de una forma más congruente los encierros de esta vacada. Más que nada para evitar, con ello, los gallardos atracones que hemos padecido en los últimos tiempos a costa de esta vacada. Atracones que, en su mayoría y muy al pesar de los aficionados, han tenido como denominador común encierros, entre corridas de toros y novilladas, el mal juego de los toros y novillos lidiados. 

Los seis novillos de Fuente Ymbro fueron vulgares, comunes, corrientes, bastos, chabacanos, ramplones y chocarreros, qué duda cabe. Pero la terna novilleril, tan bien seleccionada y escogida para la ocasión (guiño, guiño), tampoco fue la alegría de la huerta. Y muy especialmente, los encargados de abrir y cerrar cartel. Exonerado en gran parte (no del todo, que también tuvo sus lagunas), queda de tal honor Guillermo García Pulido, quien si haber estado lo que se dice "tremendo", ni "espectacular", ni "cunvre" (que dirían ciertos paladines de la intelectualidad taurómaca imperante), lo cierto que es la tarde que ha ofrecido este novillero sí ha dejado sobre el ruedo la impronta de una actuación seria, donde se ha mostrado por encima de un lote que, para no desentonar, fue vulgar, común, corriente, basto, chabacano, ramplón y chocarrero. Las lagunas fueron, por ejemplo, esos pequeños detalles sin importancia que son el poner los novillos en suerte al caballo, no pasarse de faena cuando no hay más que rascar y hasta el punto de hacer sonar el aviso sin quiera haber entrado a matar. O algo que no tiene la más mínima importancia y que es la buena ejecución de la suerte suprema. Pero hubo virtudes, y fueron principalmente que se vio durante toda la tarde a un novillero ya muy hecho y preparado para dar el gran salto en su carrera. Hubo buenos momentos durante su faena al 2º, condensados mayormente en algunos muletazos de muy buen corte con la mano zurda, y en algunos pases de pecho y de trinchera. De "valor seco" y con mucha disposición puede catalogarse su quehacer ante el novillo quinto, pero poco más. Un novillo que se movió, pero con la cara a media altura y sin claridad alguna en su embestida. Desplegó todo su arsenal encimista García Pulido: toreo de rodillas, aguante estoico ante las paradas y miradas que le echó su oponente (una acabó en voltereta), y hasta las ya habituales bernardinas de cierre de faena. En definitiva, serio y sobrado; pero si hubiera que elegir, yo me quedo con el Guillermo García Pulido de su primer novillo, aquel de los buenos muletazos sobre el pitón izquierdo. 

Jorge Molina y Cristiano Torres fueron, respectivamente, primero y tercero en discordia. Jorge Molina, ante dos novillos de condición vulgar, común, corriente, basta, chabacana, ramplona y chocarrera, anduvo... Pues de aquella manera. Pases. Pases con la derecha y con la zurda. Y nada más, aparte de un bajonazo y una estocada desprendida para quitarse de encima, respectivamente, a primero y cuarto. Y aún peor cuando salió a saludar tras ser arrastrado ese novillo primero, espoleado por las pocas palmas que le tributó a saber quién, y provocando así una fuerte pitada por parte de los que allí se aposentan todos los días, haga frío, calor, llueva, truene o caigan chuzos de punta. 

Cristiano Torres vino a Madrid esta tarde a por todas, al menos de palabra. Tanto que, en un arranque, soltó alcachofa mediante y a modo de brindis, "que apuntáramos su nombre porque hoy venía a Madrid a hacerse rico". Sería verdad, aunque no se tiene constancia de si el hombre se refería a que por la mañana anduvo de compras en Doña Manolita, o a saber por qué. Pero a hacerse rico toreando y demostrando que va a ser figura del toreo... Pues eso de momento tendrá que esperar. Si eso, para la próxima ocasión. Con seis meses a sus espaldas como novillero con picadores y no muchas más novilladas toreadas desde entonces, lo que se vio de él fue lo evidente: un novillero con mucha falta de oficio. Ante dos novillos que tampoco le metieron en un brete, anduvo a merced y muy limitado de técnica, y ni tan siquiera la disposición del pegar mantazos de rodillas o del "toreo" encimista, empañan la situación. Le queda mucho camino por recorrer a Cristiano Torres, y seguramente este no era el momento más oportuno de venir a Madrid, y menos en feria. Al menos, al novillo sexto lo mató de una buena estocada. 

Vulgar, común, corriente, basta, chabacana, ramplona, chocarrera y otros adjetivos de similar corte fue la tarde de los fuenteymbros. Las cuadrillas anduvieron correctas y aseadas, cumpliendo con profesionalidad pero sin grandes alardes. Las de a pie, se entiende. Porque lo de los seis picadores fue, de nuevo, de noche en el calabozo e inhabilitación para ejercer su profesión en los próximos quinientos años. Y, con ellos, los fuenteymbros durante algún tiempecito. Ya hastían. 

domingo, 1 de octubre de 2023

1 DE OCTUBRE DE 2023, 2ª DE OTOÑO: MUCHO ARROZ Y POCO POLLO (O NADA)

Mucho arroz y muy poco pollo. Más bien nada pollo, y todo arroz. O lo que lo mismo, le vino grande la novillada de Guadaira a una terna de novilleros que, por unas cosas u otras, se la dejaron ir sin torear. Y es que los novillos de Guadaira, con sus cosas y sus cualidades (las buenas y las que no lo fueron tanto), mantuvo el interés toda la tarde e hizo que nadie se aburriera. Y hasta podría haber más que servido para que los tres "aspirantes a" (lo de "a", cualquiera sabe cómo sigue viendo el percal) hubieran salido de la plaza dejando una grata impresión. Pero no, más bien puede decirse que a la terna en cuestión, compuesta por Álvaro Burdiel, Alejandro Peñaranda e Ismael Martín (este último nuevo en esta plaza), le vino grande el compromiso. 

No fueron gran cosa en el caballo. Ni mucho menos, pues todos llevaron como denominador común la mansedumbre y la falta de entrega bajo el peto. A algunos incluso se les alivió el castigo y pasaron al segundo tercio con tan solo dos picotacitos de nada. Pero se vinieron arriba en la muleta y, con sus complicaciones, hicieron el conjunto de una novillada de lo más interesante. Complicaciones, sí. ¡¡Bendita palabra!! Es lo que debe ser el toro bravo, novillo en este caso: un animal que venda cara su piel. 

La oportunidad pasó en vano, como el tren que pasa y no se coge, y hay que esperar al próximo (si lo hubiera, que a veces ni eso). A Álvaro Burdiel, por ejemplo, se le pasó mientras se entretenía en eso de "componer la figura". Mucho gusto y mucha esencia, sí. Pero también los hay pegapases con gusto, y en esta tarde Burdiel demostró ser uno de esos. Tuvo al primer novillo, que se dejó torear; y al cuarto, que tuvo un pitón derecho de ensueño. Pero ahí no pasó nada del otro jueves. Aseo, pulcritud, mucho alivio, aún más "ponerse bonito"... Pero ante todo, una actuación de auténtico pegapases. Con mucho gusto, eso sí. Pero, al fin y al cabo, pegapases. Y pegar pases, no es torear, por muy bonito que se ponga uno. Fin de la cita. 

Alejandro Peñaranda venía a esta cita avalado por sus actuaciones veraniegas en esta plaza, durante las cuales parece ser que quedó muy bien. Será verdad, pero en esta tarde lo que se vio fue a un novillero pegapasista, otro más, y excesivamente vulgar. Le cayó en gracia un lote con algo más que "algunas posibilidades de triunfo", y muy especialmente el importante novillo quinto. Y ahí quedó eso... ¿Un novillero con proyección? Pues seguramente, pero no fue lo que demostró esta tarde a través de dos faenas tan vulgares y despegadas como largas. 

Ismael Martín, nuevo en esta plaza, puso más fibra en su actuación. Pero eso no quita para que al hombre aún se le vea muy verde y con mucha falta de rodaje. Ese novillo tercero tuvo mucha casta y le puso en apuros durante toda la lidia. Tras banderillearlo él mismo, con tres pares a penca muy pasada y que cayeron en muy mal sitio (lo de banderillear está claro que no es su fuerte), se fue sin probaturas a los medios para dejárselo venir y comenzar a darle trallazos sin mando ni concierto. El novillo iba a más, se colaba si se le dejaba el más mínimo resquicio y levantó los pies del suelo en varias ocasiones a su matador. Cosas de la casta. Demasiado para un chaval que solamente ha actuado en ocho novilladas. Al descabellar a este mismo novillo, sufrió un fuerte golpe en el brazo derecho que le hizo pasar a la enfermería para no volver a salir. Al sexto, el más parado de toda la novillada, se lo quitó de encima Burdiel prontamente.

Mereció otro trato la novillada de Guadaira, y no solamente por parte de los de a pie. La actuación de los picadores fue, una vez más, de cárcel. Ni uno picó en el sitio, y eso tampoco ayudó al buen desarrollo de la novillada. Los tres chavales se la dejaron ir, pero lo más preocupante fue el lamentable uso de la espada por parte de los tres. Y es que unos pocos bajonazos llegaron a contabilizarse. Si se desea llegar arriba, más vale mejorar. 



sábado, 30 de septiembre de 2023

30 SESEPTIEMBRE DE 2023, 1ª DE OTOÑO: ¿Y EUTIMIO, PA CUÁNDO?

Se va Julián, y además en volandas por la puerta grande. Sí, se va Julian. De hecho ya se ha ido, pero... Y el infame presidente, señor don Eutimio Carracedo Pastor, ¿pa cuándo? He ahí la cuestión.

Se llevaron a Julián por la puerta grande, los dos pañuelos que hizo asomar Eutimio le otorgaron ese derecho. Eutimio, y usted ¿pa cuándo? Dos orejas le dieron a Julián, las del 5º toro. Su último toro en Madrid. Una faena que ni fú ni fá, plagada de las cosas de Julián y mal rematada con su clásico julipié, el cual para colmo cayó trasero y atravesado. Eutimio, y usted ¿pa cúando?

La faena de Julián a ese 5º toro no fue cosa del otro mundo, no. Ni mucho menos. Comenzó con algunos pases de tanteo para sacárselo a los medios, donde Julián remató con un latigazo hacia abajo con el que, se supone, quería imitar al trincherazo, y que hizo que el animalito doblara. A dos series de derechazos pasándose al toro lejos y echándoselo fuera, le suceden muchos pases (porque eso hizo Julián, pegar pases, que no torear) por el lado izquierdo. Nada del otro mundo, pero Julián tenía a gran parte de la plaza en su bolsillo. Vuelve a una serie de trallazos con la mano derecha, pero hete aquí que en el cambiado de mano para rematar dicha serie surge la despaciosidad y el dominio. ¡¡Por fin!! Uno bueno, anda que no. Y sigue la faena con la mano zurda, y aparece de nuevo la nada. Y con la nada, algunos biiiiiieeeeeeeennnnnnnnnnnjjjjjjjjjjjj, cual oveja balando. Algunos muletazos son atropellados, otros no llegan ni a muletazos, pues se quedan en el "medio-muletazo". Pero ahí quedó la cosa. Muy al final, ya en el epílogo de la faena y destacando entre otra maraña de trallazos y hasta un feísimo cabezazo propinado en el lomo del toro cuando pasaba, destacan otros dos naturales de mucho dominio y tirando del toro hacia atrás. Y el julipié, y la estocada atravesada y algo trasera, y el delirio colectivo, y los gritos de "mulilleros peseteros" recriminando las malas artes de los susodichos para llevarse la propina, y Eutimio dando que hablar, y Julián paseando por el redondel dos despojos que si se hubiera quedado en uno (y por ser su último día) hubiera sido mucho más correcto. Eutimio, y usted ¿pa cuándo? 

Antes y después de Julián y Eutimio, no ocurrió gran cosa en la plaza. La corrida del Puerto de San Lorenzo (remendada con dos ejemplares de su sucursal marca Domecq, 2º y 3º), salió como nos tiene acostumbrados esta vacada: flojita, pastueña, descastada y mansa. Una joya de corrida, vaya. Uceda Leal regó el albero de esa torería añeja y, por desgracia, ya muy pasada de moda. Esa manera de hacer el paseíllo, ese saber estar en la plaza, esos andares ante el toro, ese gusto con el que ejecuta los muletazos... Anduvo bien e inspirado ante el pastueño y soso primero, y breve ante el marrajo que salió en 4º lugar, un ejemplar digno de haberle sido dedicado el pañuelo rojo y seis palitroques de color negro, con los arpones un poco más largos que de lo normal... ¿Por qué no? El toro correteaba de punta a punta de la plaza, pasó hasta seis veces por jurisdicción de ambos picadores para salir huyendo despavorido cuando sentía el palo, ningún capote consiguió sostenerle y apenas fue sometido a castigo. Para algo están las banderillas negras, se supone. Cumplieron con decoro los banderilleros en el segundo tercio, y Uceda Leal, tras probarlo con brevedad, lo pasaportó rápido al desolladero. No hacía falta más. Julián estuvo animoso con el capote ante el 2º, toreando con cadencia a la verónica, galleando por chicuelinas y entrando en quites. Con la muleta, no anduvo especialmente porfión: había poco toro, al que pasó por la mano derecha en unas cuantas series de muletazos, y tan solo una con la zurda. Y hasta le pidieron despojo, pero Eutimio se mantuvo en su sitio esta vez. Solo hubiera faltado, con cuatro pañuelos mal contados en el tendido. Eutimio, y usted ¿pa cuándo?

Los dos toros de embestidas más claras y mayores opciones, cayeron en las manos de Tomás Rufo, digno aspirante a ser el nuevo don Julián. Mal, pero que rematadamente mal, con el 3º, en una faena donde el no ponerse en el sitio y (des)torear retorcido fue lo mejor que se puede decir sobre ella. Destacó banderilleando a este toro Sergio Blasco. Y más de lo mismo ante el toro 6º, otro animalito que regaló algunas buenas embestidas y con el que comenzó la faena de un modo muy electrizante y no menos meritorio: de rodillas, toreando en redondo y dando muletazos verdaderamente buenos. Pero ya de pie, la cosa cambió... Siguió la falta de apreturas, los trallazos hacia fuera, el abuso del pico y otra estocada desprendida. Y hubo petición, de muy dudosa mayoría por cierto. Y también estaba don Eutimio en su sitio. ¿Que si la eutimiada se materializó? Quién lo duda, a estas alturas...

Au revoir, Julián. Que la suerte te acompañe en tu retiro. Y, de paso, llévate a Eutimio contigo. 

domingo, 4 de junio de 2023

4 DE JUNIO DE 2023, VIGESIMOCUARTA Y ÚLTIMA DE FERIA: LOS VICTORINOS VUELVEN A HACERNOS SONREÍR EN MADRID

Bendito "ay", entendiéndose ese "ay" como una exclamación de susto, incertidumbre o remordimiento. Más vale "ay" de susto, que el "ay" que acompaña al bostezo, en señal de aburrimiento y de cabreo. Muchos "ay" de bostezo en las cuatro últimas semanas, por desgracia. La mayor parte de las tardes, y solamente exceptuadas aquellas tardes en que lidiaron José Escolar Gil, Los Maños, Santiago Domecq... Y Victorino Martín.

Sí. Hoy, en la última de la feria de San Isidro, se lidió una corrida de Victorino Martín. Como antaño. Y como antaño, los victorinos volvieron a traerse la casta, la incertidumbre, las malas ideas, las complicaciones, toros que buscan los tobillos, algunos toros de excelente juego, alguna que otra alimaña... Y, con todo ello, EMOCIÓN. ¡¡Qué necesidad de todo eso!! La corrida de Victorino Martín cerró la feria con un corridón de toros cinqueña, de pavorosa presencia, complicada, encastada, exigente y con mucho que torear. Le faltó entrega a la corrida en varas, como también le faltaron a los seis toros otros tantos picadores que señalaran los puyazos en el sitio y en su justa medida. Porque tan importante corrida de toros, fue pésimamente picada, por lo trasero y lo muchísimo que se les pegó. Pero, aun así, la corrida se vino arriba. Gloria al Toro bravo, a la casta, y gloria a los victorinos como estos. 

En un reñido mano a mano, que rezaban los carteles taurinos de no tan antaño, lidiaron semejante encierro y le dieron muerte a estoque Paco Ureña y Emilio de Justo. Pero de reñido, lo que se dice reñido... Pues es que tuvo muy poquito, en verdad. Más que nada porque no hubo color entre uno y otro. Uno, en valor, cabeza y toreo, se comió al otro. O lo que es lo mismo, Paco Ureña puso la épica, la emoción y hasta el buen toreo; mientras que Emilio de Justo puso las dudas, la medrosidad y hasta el cabreo entre los aposentados en los tendidos. ¿Cómo se puede dejar ir de esa forma a un lote como el que dispuso? Paco Ureña se jugó la vida toda la tarde: ante la alimaña que abrió plaza, aguantó estoico y se la jugó con toda la verdad del mundo, recibiendo incluso una fuerte paliza que le provocó una aparatosa brecha en la frente. Cuajó por el pitón derecho al exigente tercero, con muletazos verdaderamente mandones y pasándoselo en cada uno de ellos rozando las colgaduras de la entrepierna. Le cortó una oreja a este toro tercero tras pinchazo y estocada. Y también se la jugó ante el quinto, un toro que no mereció tan larga faena ni tanto porfiar pegando mantazos. No fue essta una faena aseada, ni mucho menos merecedora de grandes alardes, pero dio la cara Ureña. Y así, se marchó para casa ofreciendo una buena dimensión ante tan exigente corrida.

A Emilio de Justo le sonrió la suerte sobremanera a las 12 del mediodía, momento en que alguien cercano a él sacó el papelito con los números de los toros corridos en cuarto y sexto lugar. Dos grandiosos toros por exigentes y bravos de verdad, en el tercio de muleta. Dos grandiosos toros, que, a fin de cuentas, entran en las quinielas para llevarse unos pocos premios. Y Emilio de Justo no pudo estar ni más desacertado, ni más por debajo de la situación ante semejantes animales. Se resumen ambas faenas en lo mismo: muletazos muy fuera de sitio y sin el valor suficiente para alargar el muletazo hasta el final. Medios pases, a fin de cuentas, citando muy fuera de cacho siempre y, si bien algunos dotados de despaciosidad, pero quitándole el trapo del hocico al animal a mitad de viaje. Dicho de otra forma, tuvieron muy mala suerte estos dos toros a las doce de la mañana. También se las vio Emilio de Justo con un toro segundo que se movió y metió la cara con franqueza, pero tampoco se las entendió. Feria muy, pero que muy sobrevalorada la de este torero. Puertas grandes, despojos y ovaciones aparte, claro. Madrid está bajo mínimos en lo que exigencia se refiere.

Ureña fue la cara y dio la cara. Emilio de Justo, la cruz y una cruz para sus toros y muchos de los aficionados. Y los seis toros de Victorino Martín, formaron el conjunto de una corrida de toros extraordinaria que hace sonreír. Más que sonreír, lo que hace es afición y reforzar ese sentimiento de veneración que cualquier aficionado a la Fiesta tiene por ese bendito animal que es el Toro bravo. Que sea pues enhorabuena al ganadero, y la súplica de que sea se continúe la misma línea. La de la casta y la emoción, línea que siempre caracterizó a la vacada que creara su señor padre hace décadas. 


sábado, 3 de junio de 2023

2 JUNIO DE 2023, VIGÉSIMOPRIMERA DE FERIA: DE OCA EN OCA, Y TIRO PORQUE...

Lo mismo que en el viejo juego de mesa: de oca en oca, y tiro porque... ¿Porque me toca? Más bien, por inercia ya. O lo que es lo mismo, de petardo en petardo, y me los trago por inercia. Porque la bendita afición que nos corre por las venas es lo que tiene, que no nos expulsa de aquí ni aunque vengan muy mal dadas. Eso es lo que quisieran los taurinetes infames y algunos pseudoaficionados... Pero no, aquí seguimos una tarde más para ser testigos de otro infame encierro, esta vez perteneciente a la vacada de El Él Torero. "Ezte toro zería de lío gordo con una zipitilla máz de fuersas", ha sido la frase más comentada a lo largo de la tarde y que, por otro lado, resume a la perfección el comportamiento de la corrida: sin fuerzas, blandengues, inválidos, tetrapléjicos... Como se quiera decir. Y sí, hubo toros a los que se les pudo entrever una buena condición entre toda esa maraña de invalidez, pero es ahí donde sale a colación otra frase que rebosa de verdad: "cuando se cae el Toro, se cae la Fiesta". Y no hay más. 

La Fiesta cayó esta tarde una vez más. O mejor dicho, la tiró por los suelos la corrida de El Torero y, por supuesto, el señor Presidente al no mostrarle el pañuelo verde a algunos ejemplares. ¿Para qué queremos antitaurinos, teniendo a unos, a otros, y entre medias a Plaza1 y al señor Abellán, responsables de esta gran MIERDA de feria que hemos padecido? Y con la corriditas de El Torero, esa que "con un poquito más de fuerzas tal y cual", tres toreros a los que bien hubiera gustado ver ante un corridón como la de Santiago Domecq o José Esc.... Bueno, como la de Santiago Domecq. Que soñar es gratis, pero hacerlo en exceso es nocivo. Así las cosas. Los tres de hoy, Uceda Leal, Morante de la Puebla y Castella.

¿Que cómo anduvieron los tres nombrados ante semejante percal? Como pudieron, si hasta se cortaron orejas y todo. Dos, para ser exactos, y que cayeron en manos de Uceda Leal y Sebastián Castella tras estoquear, respectivamente, a los toros 4° y 3°. Estoquear, valga la redundancia. Porque sendas orejas llegaron tras dos estocadas enormes, si bien precedidas de dos faenas muy diferentes. Tal y como son el uno y el otro. Castella se las vio con un inválido perteneciente a la vacada de José Vázquez (de esos que aún hierran con el antiquísimo 9 de Aleas), remiendo de la corrida de El Torero y que fue inválido el animalito. Eso sí, dotado de una claze formidable. Pero inválido, a fin de cuentas, y con el que Castella anduvo haciendo de enfermero. Sacó muletazos sueltos muy estimables ante el moribundo, pero lo mejor llegó en el momento de ejecutar la suerte suprema: estocada en buen lugar y de mejor ejecución, que por sí sola merecía una oreja. Y esta llegó. Uceda Leal también se las vio con otro parapléjico dotado de una claze no menos formidable, pero también parapléjico. Y Uceda, hizo lo que muy bien sabe: andar con una torería añeja, de las que por desgracia ya apenas se ve. Muchos detallitos de toreo muy caro que, unidos a otra estocada con las que José Ignacio, uno de los mejores estoqueadores que se han visto en las últimas décadas, se ha llevado ovaciones y orejas para dar y tomar. Y otra oreja por torería y matar bien de verdad, si bien gustaría mucho ver toda esa torería ante un toro de verdad. En fin, habrá que conformarse. 

Anduvo Morante de la Puebla por allí, que ni torería (salvo a la hora de hacer el paseíllo), ni faenas de enfermero, ni buenas estocadas, ni "detalles", ni de ná. Mucho lirili y poco lerele, es el mejor resumen de su tarde, y también de su feria. Será cosa de la mala suerte que tiene en los sorteos, de la cuesta, del toro de Madrid que es muy grande, así como de todas esas monsergas que lleva en su ilustre cráneo. Y de esta manera, pasa otra feria en la que Morante anda anunciado tres tardes, y se va con más pena que gloria. Pero luego llega Sevilla y... Ya se sabe, todo son alabanzas, muzho jarte, faenas cunvre, orejas, rabos, se ha inventao un toro... En fin, Morante, las morantadas, los morantistas y las morantadas de los morantistas. Y hasta la madre que parió a Panete.

No dio para más la mala corrida de El Torero ni lo restantes quehaceres lidiadores. Castella anduvo valiente una vez más ante el sexto, jugándose el tipo y cobrando el tributo de sangre al llevarse dos fuertes cornadas de 15 y 20 centímetros. Pronta recuperación para él. Ni tampoco dan para más los ánimos del sufrido abonado, que ya ven en las nueve de la noche del domingo 4 de junio una especie de liberación. 

jueves, 1 de junio de 2023

1 DE JUNIO DE 2023, VIGÉSIMA DE FERIA: 6 MULOS, 6

Hoy hubo toreros en el cartel, al menos a priori. Pero lo que no hubo fueron toros. Todo lo contrario al día de ayer, en la que hubo toros pero no hubo toreros. Unos toros que, más que menos, se fueron al desolladero sin torear. Y una vez más se cumple el tan común axioma de "cuando hay toros no hay toreros, y viceversa". Ojalá una corrida como la de Santiago Domecq ante los tres toreros de esta tarde, tres toreros que, independientemente de atravesar mejor o peor momento, saben torear bien de verdad . Claro que a saber, porque en esto de los toros ya se sabe que dos más dos no siempre suman cuatro. Igual se le echan los toros de Santiago Domecq a Urdiales, al Tala y a Luque, y por esas cosas de la vida vuelve a irse al desolladero con las orejitas en su sitio. Pudiera ser que a Urdiales se le manifestara el pésimo momento que atraviesa, que al Tala le vengan los nubarrones que de vez en cuando se le aparecen, y que a Luque no se le entendiera o que no pudiera. 

Pero no fueron los alcurrucenes como los toros de Santiago Domecq, no. La familia Lozano, que de andar cortos de vergüenza llevan ya décadas dando lecciones, se han traído a Madrid otra hermosa colección de mulos que, de toros, tenían lo que pueden tener Simón Casas y Rafael Garrido de buenos gestores y de gente seria. O sea, nada. Seis mulos seis, de infame presencia para colmo, fue lo que embarcaron los Lozano para cumplir con su segundo compromiso en esta feria. Y con un mismo resultado: mansedumbre a raudales y falta de casta. En realidad, un calco a la inmensa mayoría de lo que llevamos visto en estas tres últimas semanas. Y volvieron a desatarse los gritos de "Plaza1 dimisión", "ladrones", "Abellán vete ya" y hasta el "bummmmm petardo" que ameniza tardes así. No ganamos para pirotecnia este año.

Toreros sí que hubo. Tres, para ser exactos. De renombrada reputación y acompañados de sus correspondientes cuadrillas de picadores y banderilleros, que reza la letra pequeña de los carteles taurinos. Y muy bien vestidos, todo hay que decirlo. De cómo anduvieron ante la lozana bueyada, se pueden decir muchas o pocas cosas. Todo depende de sobre quién se pregunte. Por ejemplo, si se pregunta sobre Diego Urdiales, la retahíla es más bien cortita. Diego Urdiales pechó con un lote de mulos de los cuales el primero apenas se sostenía en pie, y el cuarto se movió (moverse, que no embestir), mediante arreones y descompuesto. Ante el primero pasó sin pena ni gloria, y ante el cuarto... Pues también. Mejor no pensar en qué hubiera pasado si el bueno de Diego hubiera tenido que pechar con cualquiera de los seis pupilos de Santiago Domecq, se le lleva viendo muy descentrado desde hace algún tiempo. 

Sobre Alejandro Talavante, se puede decir aún menos en lo referente a sus quehaceres frente al mulo segundo. Simplemente le pasó por ambos pitones comprobando así que lo mejor era mandarlo para filetes lo más rápido posible. Y así fue, si bien podría haberlo hecho con mayor celeridad de haber estado más acertado con la espada. Algo más de miga se le puede sacar a su asunto frente al mulo quinto. Se le aplaudió mucho al Tala, y muy especialmente en el vibrante comienzo de faena: de rodillas y sin inmutarse fue capaz de soltar unos cuantos muletazos por el pitón izquierdo, los cuales agradaron. Ya de pie, la cosa se torció. Le costaba a Talavante un mundo el pisar los terrenos adecuados, ya no digamos llevar a cabo los tres pilares del toreo, véase parar-templar-mandar. Sin ajuste y sin el acople necesario para que los muletazos fueran rotundos, es muy complicado satisfacer en Madrid. Aún más, bien es verdad, si lo que pasa por ahí es un buey de los que antaño tiraban del arado.

Mucho hay que decir sobre Daniel Luque. Sus cosas buenas, y por supuesto las que no lo son tanto. Las buenas fueron el comienzo de faena ante el mulo tercero, con doblones sobre el pitón derecho muy toreros y realmente mandones, así como la serie de derechazos que sucedió a ese comienzo. Unos derechazos en los que el matador, muy bien colocado y gustándose, tiró del otro en redondo, como mandan los cánones. La faena a ese tercero cayó en picado a partir de aquí, pues ya comenzaron los cites en la oreja y los trapazos hacia fuera, amén de que el mulo tampoco ofrecía demasiadas florituras. Cerró Luque con sus típicas luquesinas, esa especie de suerte en la que tira la espada al suelo en un gesto tan arrebatador como chabacano, y sin rectificar terreno pega muletazos cambiándose el trapo de mano y con la figura muy encorvada. Mató de estocada baja y se le pidió la oreja, pero el usía puso las cosas en su sitio y se guardó el pañuelo. Y, además, los pobres mulilleros se quedaron sin su preciado aguinaldo, aunque no sería porque no hicieran méritos para ello. Buena, pero que muy buena fue también la estocada con la que Daniel Luque mandó al mulo sexto para filetes. Y se le pidió la oreja, y de nuevo los mulilleros se quedaron compuestos y sin la propina de rigor (a este paso retrasarán su jubilación a los 65, como todo hijo de vecino). La estocada fue soberbia y merecedora por sí sola de una oreja en el supuesto de haber andado bien de verdad, o al menos aseado. No fue el caso, ya que en este acto se vio la versión más vulgar y pegapasista de un Daniel Luque visiblemente a disgusto y descentrado. A disgusto y descentrado no solo por el mulo con cuernos que le había caído en (des)gracia, sino por la disputa que se vivía en ese momento en los tendidos: al "¡¡vaya corrida, ganadero!!" le siguió un "¡¡cállate, gilip***!!". Al "que salude el mayoral", lo propio con "¡¡a que voy y te doy una host**!!". Lo mismo cuando a alguien le dio por mandarle el recado al ganadero, "¡¡hay que traer las corridas sin afeitar!!", y el chuzo de turno le dio las buenas tardes a su manera. Y entre medias, los vivaespañas, el nuevo grito de guerra "¡¡que te vote Txapote!!", y hasta la voz de la cordura "¡¡silencio, que están toreando!!". Como un partido de tenis. El año que viene, la final de Roland Garros no se la disputarán entre Djokovic y Alcaraz, será más bien entre "Los que caben en un autobús" y "Chuzos en los toros". 

Seis mulos, seis. Del primero al sexto. Una corrida que en otros tiempos hubiera dictado sentencia de matadero a las seis vacas reproductoras y a los correspondientes sementales. Pero estamos en el año 2023, y aquí todo vale. A la familia Lozano le lleva valiendo desde hace años con encierros infumables y de censurable trapío para regresar a Madrid el año siguiente. A la familia Lozano y a tantos otros. De la misma manera que a la infame empresa Plaza1 le vale con saldos ganaderos para cubrir el expediente y, de paso, atracar a mano armada con una política de precios descarada. Menos, por más. Los bramidos de "ladrones" que reciben de parte de los que caben en autobús, se les quedan cortos a toda esta tropa. De la misma forma que a los borrachos e indeseables del "¡¡cállate, gilip***!!", "¡¡a que voy y te doy una host**!!" o "¡¡que te vote Txapote!!", les queda muuuuuy grande tener cabida en una plaza de toros. Ambos merecen ser botados de Las Ventas no tardando. 

miércoles, 31 de mayo de 2023

31 DE MAYO DE 2023, DECIMONOVENA DE FERIA: "¡¡HAY QUE PICAR!!"

"¡¡Hay que picar!!", fue el grito de guerra durante toda la tarde. Se repitió de manera constante cuando los clarineros anunciaban el tercio de banderillas, y acompañó toda la corrida. Hay que picar... ¡¡Qué tan repetida es, desgraciadamente, la frasecita de marras!! La Tauromaquia postmoderna pasa, entre otras cosas, precisamente por eso: porque la suerte de varas desaparezca del mapa y los picadores se vayan a recoger cebollas, o a servir cafés. Una corrida de toros que en la muleta ha desarrollado muy buena condición a gracias a que se le simularon los puyazos, puede ser una corrida de toros con interés. Pero nunca una gran corrida de toros. 

Y así, la corrida de Santiago Domecq que se ha lidiado en esta tarde fue una corrida con interés, gracias al sensacional juego que dio en la muleta. Hubo casta y embestidas vibrantes, y eso es de agradecer. ¡¡Cómo no!! A la inmensa mayoría de las corridas lidiadas en los últimos días se les picó lo mismo y solo mostraron podredumbre, como para no celebrar una corrida de toros que gastó una condición excelente en la muleta y propicia una buena tarde de toros. Pero al pan, pan y al vino, vino: la corrida de Santiago Domecq, tan magnífica y completa en la muleta, hizo de la suerte de varas un mero trámite. Doce picotazos, doce. Eso se llevó en el primer tercio. A algunos, ni de refilonazos se les puede calificar. Pero, a diferencia de otras, se vino arriba y propició un buen espectáculo en el último tercio. Una buena corrida de toros que, yendo hilada a la grandísima bazofia de feria que llevamos, pudiera parecer la corrida del siglo. Pero ''¡¡hay que picar!!", porque la suerte de varas forma parte de la lidia tanto como la muleta. Y si se obvia el castigo en varas solo para que en la muleta "se venga arriba"... Ainsss.

Y ante semejante corrida de toros, con tantísimo que torear y tanta oportunidad que ofreció, naufragó estrepitosamente Arturo Saldívar, se aprovechó a su manera Fernando Adrián para cortar dos orejitas de discutible valor (ay, los bajonazos) y anduvo por debajo Álvaro Lorenzo, que tardó una eternidad en enterarse de lo que tenía enfrente (si acaso se enteró). 

Hubo puerta grande, la tercera de la feria, para un torero modestísimo como lo es Fernando Adrián. Su tarde ante la importante corrida de Santiago Domecq puede resumirse en tan solo una palabra: valentía. Muy valiente sí, pero nada más. Cosa que está muy bien, pero ante dos toros como los que sorteó a las 12 del mediodía, hay que ir más allá. Complicado por su casta y mansedumbre fue el toro segundo, y su firmeza ante semejante ejemplar fue su mejor carta de presentación. Y la única, porque no templó ni mandó en ningún momento sobre las correosas embestidas. Mucho trapazo por ambos pitones, arreones y sustos que tragó estoico el torero, y hasta las bernadinas de rigor para culminar el muleteo; pero de torear, lo que se dice torear.... Pues anduvo muy justito, el hombre. Y de la espada, ni hablamos: obra culminada de un bajonazo, seguida de una petición dudosamente mayoritaria que, unida a la imprescindible labor de aquellos a los que con tan buen criterio se les llama "peseteros" todas las tardes, hicieron caer la primera oreja. Una oreja cuanto menos discutible, y en gran parte por la estocada. Con media puerta grande abierta y un toro enfrente para soñar el toreo, el quinto, echó el matador la moneda al aire yéndose a los medios. Y allí, con ambas rótulas plantadas sobre el albero, se lo dejó venir desde lejos y se lo cambió por la espalda para continuar toreando, en redondo y sin levantarse, sobre el pitón zurdo. La faena prosiguió con muletazos por ambos pitones, pecando siempre de no pisar los terrenos adecuados y echarse al toro siempre fuera. Lo de tirar del toro atrás, como mandan los cánones del toreo puro, ya si eso para otro momento. Y el kiosko, vociferando la vulgaridad postmoderna como si se tratara de Chicuelo ante el Corchaíto de Graciliano Pérez-Tabernero. Hasta con el dichoso biiiiieeeeeennnnnnnjjjjjj , que suena más a "gooooool", se llegó a celebrar un metisaca en los bajos, y otro bajonazo más que tumbó al animal. Así está esto. La histeria colectiva, los pañuelos flameando, oreja tras dos bajonazos, puerta grande a cambio de tres bajonazos, vuelta al ruedo a un toro que ni fue rozado por el picador... Y nos lo queríamos perder. Sea enhorabuena, pues, al modestísimo Fernando Adrián. 

Ávaro Lorenzo pasaba por allí. Sin más. Y aun pasando sin más, no fue capaz de darse cuenta de que el toro tercero tuvo una embestida extraordinaria. Muy exigente por encastada, pero había que apostar. Pero, lejos de apostar, no fue capaz ni de sacar la moneda del bolsillo para lanzarla al aire. Su faena a este toro tercero consistió en la cansina soflama de pases, pases y más pases. Pases por ambos pitones, muchos pases que no dijeron nada que no fuera vulgaridad y chabacanería. Y así, es como se fue sin torear semejante animal. Tardó, igualmente, en darse cuenta del toro sexto. Tras llevarse un volteretón espeluznante al comienzo de faena (se lo dejó venir de lejos y al segundo muletazo el toro no pasó), siguió en los medios porfiando con la mano derecha, pero le costaba pasar al animal. Más cerrado, el toro embistió con mejores formas. Y ahí, en tablas, consiguió Álvaro Lorenzo unos pocos naturales, verdaderamente mandones y despaciosos, que terminaron por ser los mejores de la tarde. Con diferencia. Pero todo quedó diluido en otra faena larguísima en la que volvió a predominar la soflama de pases, pases y más pases. La estocada fue buena, y se le pidió oreja y todo. Pero esta vez no se consideró oportuna ni mayoritaria la petición. 

¿Qué decir de Arturo Saldívar? Quizás, lo que alguno le vociferó mientras se enfrentaba al primero. O sea, "kamikaze". O también, lo que se le espetó cuando trataba de entenderse con el importantísimo toro cuarto: "se va sin torear". Y vuelva usted mañana. Buen toro ese primero, el único de toda la tarde al que se le pegaron dos puyazos en toda regla, permitiéndose incluso el lujo de meter la cara abajo y los riñones. Un toro bravo en varas, así como encastado y también bravo en la muleta, que se entretuvo en hacerle pasar un quinario a su matador, siempre a merced del animal y sin saber realmente por dónde meterle mano. Tampoco se la supo meter al toro cuarto, otro encastadísimo animal con el que anduvo rematadamente mal y vulgar. ¿Y para esto, dejan fuera de San Isidro a los Rafaelillo, Manuel Escribano, David de Miranda o Sergio Serrano? Hay que tener valor.

La de Santiago Domecq va para corrida de la feria. Y de hecho, lo es hasta la fecha. Una señora corrida de toros que presentó algunos ejemplares de impresionante estampa, junto a otros que más bien parecían hijos de algunos novillos lidiados en esta plaza. Una corrida de toros sensacional en la muleta, y muy deficiente en varas. ¿Todo vale? No debiera...

lunes, 29 de mayo de 2023

28 DE MAYO DE 2023, DECIMOSEPTIMA DE FERIA: FERNANDO ROBLEÑO OBRA EL MILAGRO DEL TOREO

La tarde iba camino de ser otro bodrio más. Un camino sin regreso, marcado por la falta de casta y de poder que mostró la corrida de Adolfo Martín. Una adolfada nuestra de cada mayo más que, lo mejor que tuvo (y tiene) es que a estas horas ya están convertidos en churrascos para su buen disfrute en el plato. Y para nada más. ¡¡Qué ruina!!

Todo estaba siendo una bendita ruina, otra más de este desaguisado ganadero que está convirtiendo esta feria de San Isidro en una de las ferias más infames que se recuerdan (y ya era complicado superarse). La lluvia también estuvo presente desde la lidia del primero, lo que hizo más desapacible la tarde. Y para colmo, José Garrido se fue a la enfermería con una cornada en la pierna derecha que le propinó el tercer adolfo, mientras lo muleteaba con la derecha. Y en estas que salió el quinto toro, y junto a él Fernando Robleño. El verdadero artífice del MILAGRO DE TOREAR.

No fue, ni mucho menos, un gran toro ese quinto. Ni siquiera "bueno". Simplemente, se dejó con nobleza y propició un puñado de buenas arrancadas en el último tercio; no sin antes recibir un par de picotazos de parte del picador de turno. El medio-toro una vez más. Pero esta vez, a diferencia de la inmensa mayoría de tardes, ahí hubo un torero que sí supo sacarle todo el partido que tenía, y obró con él y junto a él el milagro de torear. Y no hay más. Dándose por aludido Fernando Robleño de las condiciones de ese toro, lo sacó sin probaturas a la segunda raya, en los terrenos del tendido 7. Y allí, agarra el trapo rojo con la mano zurda y comienza el milagro: dos series de naturales que fueron SOBRENATURALES, enganchando al toro muy delante y llevándolo hacia atrás muy sometido. Parar, templar y mandar. Sin más. Robleño quería más, y se echó la muleta a la diestra para dejar una serie de derechazos con buen aire pero sin dejar la misma impronta, y que fue rematada con un pase de la firma que duró una eternidad. Y volvió la faena a la zurda, esta vez con otro puñado de naturales, algunos mejores que otros, en lo que fue la última serie de la faena. No había más, el medio-torete ya iba muy a menos y la faena estaba más que hecha. ¿Hacía falta más? Se fue Robleño a por la espada y, tras cuadrarse en suerte natural, pasó lo de siempre: pinchazo que tiró por la borda las dos orejas. Porque aquellas dos series de naturales, tan rotundos y sinceros, merecían las dos orejas de haber sido rubricados con una buena estocada. Pero todo se fue al traste, aun siendo este pinchazo sucedido por una buena estocada a la que hizo falta un golpe de descabello. A cambio, dio Robleño dos vueltas al ruedo clamorosas, las que le exigió la afición de Madrid tras firmar la que seguramente será faena de la feria. 

Fernando Robleño hizo el mejor toreo de lo que va de feria, pero no se justifica así otro gran escándalo ganadero. Sería como tapar el sol con un dedo. Había que ser demasiado optimistas para creer en que la corrida de Adolfo Martín, productora de grandes esperpentos año sí y año también, podía arreglar un poco este desaguisado ganadero que llevamos viviendo en las últimas fechas. Demasiado optimistas, o es que ya vale cualquier cosa a la que aferrarse cual clavo ardiendo. Desde luego que aquel al que se le hubiera pasado tan brillante idea por la cabeza, habrá salido feliz en el día de hoy. 

Román se estrelló contra dos mulos de Adolfo, y también contra el sobrero de Pallarés que sustituyó al toro sexto. Anduvo muy firme una vez más Román, y voluntarioso. Pero nada más, y es que de donde no hay no se podía sacar. 

¿Llegará el día en que se le dé a la vacada de Adolfo Martín un merecidísimo descanso de esta plaza? Ya son muchos años que no cuela la monserga de que Adolfo Martín es un ganadero "del gusto de Madrid", por no hablar de otra monserga aún mayor: la del "torismo". 

sábado, 27 de mayo de 2023

27 DE MAYO DE 2023, DECIMOSEXTA DE FERIA: EL FESTIVAL DE LA INVALIDEZ

Más inválidos, esta vez cortesía de la vacada de El Pilar. Más que la feria de San Isidro, pareciera que se le quiere rendir tributo a la invalidez y a la falta de fuerzas en los toros de lidia. Quizás sería el momento de cambiarle el nombre a esta insufrible feria de San Isidro 2023, y bautizarla como el "Festival de la Invalidez". Y con la falta de fuerzas en los toretes de El Pilar, así como los cuvis y victorianos de ayer, los lisardianos de hace un par de días o los algarras de hace tres (y así hasta el principio de los tiempos, salvo alguna que otra honrosa excepción), llegó lo de siempre: el pertinente cabreo de quien paga por un espectáculo íntegro, y le dan chatarra pura. 

Eso fueron los siete pilares que saltaron al ruedo: chatarra pura. Porque siete adefesios de El Pilar fueron a los que les tuvimos que ver el pelo durante las más de dos horas y media que duró este suplicio de "corrida" (por llamarlo de alguna forma). Siete, de los cuales dos volvieron al corral, el toro tercero y su sustituto. Y el segundo sobrero, con el hierro del Conde de Mayalde, pues que tampoco. Tarde de toros sin toros, otra más y a nadie parece caérsele la cara de vergüenza. Será que andan demasiado ocupados en contar los billetes que hacen su botín.

También les tocó verles el pelo, desde más cerca eso sí, a una terna compuesta por Diego Urdiales, Pablo Aguado y Francisco de Manuel. Si tras lidiar semejante chatarra se han ido igual de asqueados a casa, bien por ellos. Tiene fácil solución: el año que viene, que exijan la corrida de don José Escolar Gil, y también el que se incluyan divisas de la talla de Dolores Aguirre, Miura, Celestino Cuadri o Torrestrella, entre otras. Pero si después de tal descalabro siguen solicitando las mismas ganaderías, son igual de partícipes en el atraco que Plaza1 y el señor Abellán perpretan cada tarde. Tanto si es la terna de esta tarde, como las de los últimos días. Y no hay más.

Viendo a Diego Urdiales pasearse de esa manera, cual alma del purgatorio en pena, se duda sobremanera de que al año que viene le vayan a entrar ganas de solicitar esas divisas. Anda mal Urdiales de un tiempo a esta parte, y esta tarde se manifestó de nuevo en dos actuaciones en las que tomó exageradas precauciones. Y todavía le queda otra tarde más...

A Pablo Aguado le viene más al pelo eso de que sin toro nada tiene importancia. Igual podría plantearse eso de matar otros toros, sobre todo si quiere que su extraordinaria torería sea del todo apreciada. Al menos aquí en Madrid, porque ya sabemos que en otros sitios (empezando por Sevilla) lo de hoy le hubieran valido orejas. Pero qué menos... Y es que anduvo inspiradísimo, especialmente toreando con el capote al toro primero de Urdiales, y al primero suyo. Dejó buenas verónicas, cargadas de esa naturalidad tan de la escuela sevillana, pero que no fueron redondeadas ante la nula condición de aquello a las que se las pegó. Y en especial, dos medias verónicas que pararon los relojes, una para rematar un quite a su primer toro y otra para dejar en suerte en el caballo al mismo toro. Ante ese mismo toro también dejó ramalazos de su torería con la muleta, tales como un comienzo de faena inspirado. Una torería ya casi extinguida en el siglo XXI, tiempos estos de vulgaridad y chabacanería. Pero no había toro, y todo le quedó reducido a la nada. Todo eso, a un toro de verdad.

También debería aplicarse el cuento en ese aspecto el incipiente Francisco de Manuel. Sin toro nada tiene importancia. Y se agradece su firmeza ante el sobrero de Mayalde, y también el esfuerzo de lidiarlo y hasta estoquearlo de maravilla tras el fuerte golpe que le propinó al comienzo de faena. Pero lo dicho, sin toro nada tiene importancia. Porfió, como ha quedado dicho, ante ese sobrero derrochando firmeza y buenas formas por momentos, pero todo quedó reducido a la nada. Contagiado por el mal devenir de toda la tarde, se paseó ante el toro sexto en una faena vulgar y muy despegada que rubricó, esta vez, malamente con la espada.

Al buen toreo con el capote de Pablo Aguado (y también de Diego Urdiales, que firmó buenas verónicas en un quite a su primero), se le unieron los dos buenos pares de banderillas al sexto de Juan Carlos Rey. Pero ni con ese puñadito de detalles se enfrían los ánimos que deja una nueva muestra del "Festival de la Invalidez". 


26 DE MAYO DE 2023, DECIMOQUINTA DE FERIA: ATRACO A LAS SIETE

Eran las siete menos un minuto de la tarde. El cielo, encapotado enterito y muy oscuro, presagiaba otro fuerte chaparrón (ya había caído bien de agua algunos minutos antes). La plaza de Las Ventas, llena a reventar y los toreros, preparados para salir a hacer el paseíllo. Pero lo que primero salió y por la puerta de atrás fueron dos individuos vestidos de negro, con un pasamontañas oscuro que les cubría la cara, y portando varias bolsas de basura llenas de dinero. Corrían calle Alcalá hacia arriba. Dicen las malas lenguas que se trataban de Simón Casas y de Rafael Garrido, que acababan de perpretar un atraco a mano armada y huían con el botín. De hecho, llevan varios atracos en los últimos días. Desde que empezó la feria, prácticamente. 

Caían chuzos de punta mientras Casas y Garrido ponían pies en polvorosa (mañana volverán, no nos cabe duda), y lo que vino durante las dos horas y media siguientes, es de sobra conocido por todos: un nuevo saldo ganadero que, para colmo, volvió a tener que ser remendado. Se anunciaba en el cartel la fórmula "3+3": tres cuvis y otros tantos de Victoriano del Río. La ganadería de Cuvillo, por tener, no tiene toros ni para una mojiganga en Villamediana del Río, pero sí o sí tenían que meterla en San Isidro. Aunque fuera con calzador. Y el calzador se trató, nada menos, que de ese "3+3" y en compañía de los toros de Victorino del Río y su particular Corte Inglés, para todas las ocasiones (hoy, la ocasión era para corrida de figuras, y así salió el asunto). Pero ni por esas le dio al ganadero de Cuvillo para cumplir con el expediente, y acabó sorteando al mediodía dos animalejos que ya me dirán cómo sería el rechazado o los rechazados. Para mear y no echar ni gota. Lo de Victoriano del Río sí "cumplió", por decir algo, y sorteó sus tres animales titulares además del remiendo, perteneciente a su sucursal Toros de Cortés. Y entre todos formaron un conjunto de novillejos impresentables, de pitones más que sospechosos y, para colmo, flojuchos, descastados y mansos. ¡¡Para colmo!! 

Los atracadores, véase Simón Casas y Rafael Garrido, no actuaron solos. Fueron cooperadores necesarios los ganaderos por tener la desfachatez de traer esos toros, los toreros por anunciarse con ellos como si fueran becerristas; Presidencia, asesores y veterinarios por no evitarlo, y por supuesto el señor responsable del Centro de Asuntos Taurinos, don Miguel Abellán Hernando. Entre todos forman algo así como una oresunta organización criminal en la que cada uno tiene bien definido su rol, y dedicada acometer atracos y estafas. El lugar de los rateros es la cárcel, y no una plaza de toros o un sillón en la Administración pública.

Del devenir de la corrida, no merece la pena hablar lo más mínimo. Ya está todo dicho. Casi dos horas y media de intenso cabreo que ni siquiera la fuerte lluvia caída durante la lidia del primero supo enfriar. Todo lo contrario. Uno a uno desfilaron los seis animalejos reseñados entre ganaderos y veedores de una parte y de otra, con todas sus carencias y ninguna virtud. La terna, véase Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Ginés Marín, paseándose ante la infamia y siendo partícipes de la misma. Los que caben en un autobús, protestando vehementemente ante tal escarnio. Y los del cubata, sin podérselo tomar a gusto por culpa de la lluvia intermitente, si bien no les faltaron los vivaespañas de rigor a lo largo de la tarde. Se quiso pasar durante unos instantes la monserga gracias a dos grandiosos pares de banderillas de Curro Javier y los no menos provechosos capotazos de Javier Ambel, que firmaron muy buena actuación ante el 4° mojón. 

Cuando Madrid parece haber tocado fondo, llega otra pantomima al día siguiente para demostrar que aún se puede ir mucho más allá. Ya no solamente es que estén presentando toretes que bien podrían colar en una novillada. Al final, eso hasta puede resultar lo de menos si luego el juego de los toros es sensacional. Pero es precisamente este el pecado: el juego que están dando la inmensa mayoría de los toros lidiados deja muchísimo que desear en cuanto a fuerzas, casta y bravura. Y eso no es cosa de "que no hay toros en el campo", ni "la pandemia", ni "el Batán y el agua tratada de Madrid", ni de la guerra de Ucrania, ni demás gaitas. Seleccionen pensando en la casta y no en la comodidad de los toreros, y ya veríamos si otro gallo cantaría. A contar cuentos a otro sitio.